Incorporadas a la Orden de Predicadores, nuestra primera preocupación es "Alcanzar la contemplación de la Verdad Revelada, para poder comunicarla a toda la humanidad". Aquí está la fuente de nuestro ministerio: "Permanecer fieles a la intimidad con Cristo para ser enviadas a predicar el Evangelio (Mc.3,14).
Nuestros apostolados encuentran su fuente y valor más sustancial en nuestra consagración, que nos une de manera más especial a la Iglesia y su ministerio salvífico.(Lumen Gentium 44), dando a nuestras actividades el carácter eclesial y apostólico, para mostrar a Cristo en la educación de la niñez y de la juventud más desamparadas, promoviendo el desarrollo de sus cualidades (físicas, morales e intelectuales), para que alcancen la plenitud de la vida humana y cristiana; en el cuidado de enfermos y desvalidos haciendo el bien a todos (Lumen Gentium 46) y transmitiendo el mensaje de salvación con nuestro testimonio personal y comunitario, de acuerdo a nuestro carisma propio.
Los apostolados son una manera de colaborar con Cristo en la propagación de su mensaje y las Hermanas Dominicas de Santo Tomás de Aquino trabajamos para lograr esta finalidad a través de: