Acuérdate Oh Virgen Madre de Dios,
cuando estés ante el trono de tu Divino Hijo,
de interceder por nosotros, para que Él pueda mostrar hacia nosotros su Misericordia.
Amén.
¿Sientes que tu vida está llamada a algo más? Ven y descubre la alegría de seguir a Cristo en la verdad, el amor y la entrega ¡Tú vocación puede transformar el mundo!”